LOS JUEVES A LAS 4:00 DE LA TARDE
EN 88.5 FM
Seguimos hablando contra el Dinero Absurdo (el occidental, el de los Cuarenta Ladrones) y a favor del Dinero Honesto o Legítimo (parecido a lo que pasa en China o Alemania) Mucha salud para propios y extraños.
BASTA YA Tumbando la Matrix del Dinero sin Fin Al Fin del Dinero !
Por el Investigador y denunciante !! Eduardo Guzman
Qué está pasando
En Unión Radio (90.3) me han dicho que hoy 22 de septiembre a las 8:30 de la tarde emitirán una entrevista de unos 25 minutos de duración que me han hecho esta mañana. Por si alguien quisiera grabarla y difundir, para que se vaya oyendo algo útil sobre el sistema del dinero que está queriendo renovarse. Os llamo la atención sobre algo que no he mencionado ahí: el presidente de Colombia, Petro, hace unos días proponía en la ONU que el FMI hiciera una emisión de DEG (derechos especiales de giro) para entregárselos a los Estados y que éstos pudieran destinar nuevos fondos públicos para el saneamiento de las economías, la renovación energética (la muy cacareada descarbonización) y otros fines loables. Fijaos bien: un Estado no necesita ninguno de esos papeluchos del FMI para crear cuanto dinero necesite en su moneda nacional, y eso debería de saberlo bien ese presidente. Lo único que tiene que hacer, si falta medio de cambio como consecuencia de los artificios de este sistema caduco, es tomar la decisión de romper con la disciplina que vigilan los bancos centrales, poner el dinero a circular resolviendo necesidades reales, y empezar a ver cómo se deshace el poder del dinero absurdo. A la vez, es esencial que la gente entienda el dinero y asuma la responsabilidad de gastarlo para vivir bien, no para esclavizarse al consumo dirigido por las pantallas de los mismos. Que cunda el despabile.
El próximo miércoles 30 de agosto a las 2 de la tarde la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello (junto al Ministerio de Educación) nos da una nueva oportunidad para hablar del Fin del Régimen del Dinero Absurdo. Trataré de contaros vías abiertas para salir tranquilamente de esta Fábrica de Números que se intenta renovar y disimular bajo pandemias, guerras y lo que haga falta. El dinero ha caído siempre de arriba abajo, como parte esencial de las dominaciones, y ya es hora de que empecemos a hacerlo cerca de la gente, donde hace falta y produce riqueza o abundancia en lugar de meros números en lejanas bolsas. Eso de ser racionales lleva consigo las facultades de contar, sumar y restar, y ya es hora de que empecemos a usarlas en lugar de dejar que los banqueros nos inventen el medio de cambio, la inflación que lo merma y las sucesivas crisis planificadas.
Nos Interesa que vaya gente que quiera asumir la responsabilidad de hablar con sentido común y bien alto de estos asuntos que han quedado excluidos de las agendas educativa y mediática, cuanta más gente, mejor, y cuanto más joven, mejor. Claro que eso de la juventud, como la procesión, va por dentro. Disfrutarás también de las sensatas y necesarias palabras de los amigos Gustavo Villarroel y Víctor Peña.
Te espero.
Sobre las relaciones que hay entre el sistema del dinero absurdo que está enfrentado a su final, la Pandemia de la Covid-19, y el dinero libre que ya está siendo utilizado en muchos sitios para superar el poder del dinero.
BASTA YA Tumbando la Matrix del Dinero sin Fin Al Fin del Dinero !
Por el Investigador y denunciante !! Eduardo Guzman
Qué está pasando
Si nos salimos un momento de la ficción del tiempo, hija del ritmo de la lengua o del número que de él se cría, podemos ver que siempre que vemos pasar lo que sea (un remate a puerta en un partido de fútbol, el vuelo de un molinillo del diente de león, la caída de una fruta de la rama…), cuando eso pasa delante de nuestras narices, no dudamos que eso está pasando ahora, aunque si lo analizamos, inmediatamente vemos que en ese suceso nos habría dado tiempo a decir (más aún a pensar) unos cuantos ‘ahora’.
El que más y mejor se ha parado a pensar estas cosas (Agustín García Calvo) dijo unas cuantas veces: “Cuantas cosas han pasado están pasando ahora.”
Nos quedamos con eso, y lo vemos, a los fines que ahora nos interesan, en el hecho de que — como lo cuenta ese cuarto evangelio que arranca hablando de la divinidad de la lengua, de la palabra– unos pocos judíos han conseguido, a base de engañar (¿o comprar?) a otros más numerosos para que pidan esa muerte, que el poder (la Roma justiciera de la constante y perpetua voluntad de dar a cada cual lo suyo) mate a un judío singular, acaso de la escuela de Hillel, quien se ha distinguido por decir unas cuantas cosas muy claras, deshaciendo antiguos malentendidos, devolviendo la alegría a muchos oprimidos. Eso está pasando ahora, porque ese movimiento de las veinte vueltas, más o menos (luego me doy cuenta de que son unas dos mil, pero da lo mismo), al Sol, ese movimiento, por el hecho de que no lo veamos, no deja de ser eso: movimiento, que no es tiempo alguno. Es ahora cuando están crucificando al que enseña la humildad a los poderosos y predica el orgullo modesto a los humildes, liberándolos de un poder abusivo.
Esa muerte ha tenido consecuencias –ya se lo decía a unos pocos judíos en una de las cartas que les mandé por aquí mismo unos días atrás–, y entre las más llamativas están éstas: los tres pueblos divididos ahora, en este Fin del Régimen del Dinero Absurdo, en nuestro mundo (Occidente) están divididos por motivos religiosos aunque esas tres religiones reconocen como dios/Dios al mismo dios que ése se empeñaba en llamar ‘padre’.
Ahí se ve bien cómo su obra era lógica, lingüística. “Vosotros NO llaméis a nadie padre vuestro en la tierra; un solo padre tenéis, y está en el cielo.” O ya en la cruz: Madre, ahí tienes a un hijo (refiriéndose a Juan evangelista): hijo, ahí tienes a una madre.
Tan central era esa enseñanza que está en el principio del Padrenuestro, la única oración que enseñó (más claro en Lucas 11 que en Mateo 6).
Y esa frase de “no” merece ser, no ya atendida (eso es más difícil, aunque también pasa), sino pensada, porque ese gran lógico español contemporáneo que os acabo de citar nos paró a pensar en serio eso de que “el ‘no’ es el corazón de la lógica.” La realidad es lógica –se ha visto ya muchas veces–, y la única identidad de cada cosa es esa de NO ser otra. Las otras definiciones, las positivas o científicas, son errores.
Hay tres ‘noes’: Ese ‘no’ lógico que construye la identidad, la que nos guía en esta red real desde fuera de ella, que es el mismo ‘no’ que podemos ver funcionar en todas las cosas a nuestro alrededor (bichos, plantas o minerales…) para relacionarse unas con otras; otro “no” que sale de ahí mismo y engendra el sentimiento: el que sentía Sócrates dentro de sí como su daímon, diciéndole que no hiciese o dijese esto o lo otro; el pueblo-que-no-existe de Agustín, lo que dice “no” desde dentro de nosotros y, además, nos sana si le hacemos caso; el que nos reprende, con una sensación de malestar, si nos paramos a imaginar la acción o palabra antes de darle salida (esto se puede confundir con el sentimiento egoísta, el que nace del miedo, deseo o interés de uno, y por eso hay que pararse a examinar para deslindarlo bien: lo habitual es esa confusión); y por último este ‘no’ de la frase del nazareno, tan mal entendida que se ha llegado a identificar ‘cristianismo’ con ‘patriarcado’: ese ‘no’ de “no llamar padre…” lo que está haciendo es destruir la realidad del fundamento de las sociedades humanas previamente creada, en un nuevo acto de creación de la misma especie contradictoria, la capaz de pensar y decidir contra sus sentimientos. Se puede decir, en la medida en que seamos capaces de reconocer ésa y otras apariciones de la lengua (logos) en aquella voz en la que se vio la encarnación de la palabra, que ahí lo que se está dejando ver es la acción del dios contra la realidad previamente creada por él mismo: porque es el dios, se llame como se llame, el misterio escondido en el centro de la lengua, lo que crea como quiere y puede, aunque muchos humanos hayan sido desviados de ésta que no es creencia sino esperiencia y dato de la lingüística.
Y es que no nos queda más remedio que imaginar que eso del matrimonio-patrimonio que funda la familia unas cuantas vueltas antes, en el mismo movimiento del Sol y casi todo lo demás; eso que Freud veía nacer en un crimen (El malestar en la civilización) originador de la primera de las leyes humanas (da lo mismo que el reparto de esos afectos más problemáticos sea de tres o cuatro para cada uno, o de los del clan del cuervo con las del clan de la lechuza, ….: el hecho es el reparto forzoso de lo que nos vence una y otra vez porque no descansa ni duerme, de esa luz que nunca se apaga y –lógicamente, pues es también la misma lógica– no se deja repartir), eso nos viene de la Prehistoria y nos lo encontramos hecho: lo que habla y nombra las cosas de andar por casa, como los padres o las zapatillas, eso quiso que hubiera padres y luego, unas cuentas vueltas del Sol después, que nos diésemos cuenta de que ya habíamos tenido bastante de eso, que ya había habido demasiada guerra y muerte entre los humanos, los distinguidos por usar la lengua humana (o ser usados por ella) con todas las consecuencias; y en ese pueblo especialmente avezado a mirar y, sobre todo, a hablar y escuchar (eso va junto) en esa dirección (la misma dirección del ‘daímon’ de Sócrates vuelto ‘demonio’ a manos de los padres de la Iglesia; la misma del pueblo-que-no-existe de Agustín), en ese pueblo decidió traer esa renovación y acabar con el abuso de poder de los padres de familia del Imperio de la ley y la espada, la mentira y la violencia, y a través de ese Imperio, de los de muchas otras familias, para de esa manera arrancar la raíz más reiterada de las desgracias humanas, rehacernos.
Y en buena parte se ha conseguido: los jóvenes se las piran; se juntan a sus maneras un poco indecentes, como se denuncia alguna vez en todas las cartas de Pablo; se alejan de la moral de los mayores, se van al estranjero y contagian a otros esa alegría que viene de de ser todos esos ‘hermanos’ por decisión y nuevo pacto (nueva alianza), no por herencia de un crimen y tradición criminal, la que aún padecemos; como aquello va unido a esa fe que era confianza buena, esperiencia cotidiana de esa relación (ahora dicen ‘conexión’, estar ‘conectados’) que algunos desarrollan más que otros pero está prevista y hecha de antemano en todos, pues a base de esa confianza, pasadas unas vueltas del mismo movimiento, nos encontramos con que el mismo Imperio donde estaba aquella aldeíta de Nazaret o de Belén, aquella casa de Cafarnaún donde los familiares decían que se había vuelto fuera de sí al ver que había allí tanta gente que no tenían para comer ni ellos, ese Imperio se ha hecho cristiano y ese libro (los evangelios canónicos y alguno más escamoteado), y los jefes de los cristianos que administran sus enseñanzas, se han empezado a confundir con el mismo poder. El éxito es el mismo fracaso, porque nada había más ajeno a la enseñanza del nazareno que eso del poder.
Había hablado bien claro, no sólo de esa rotura de la ley familiar, sino también del ‘engaño de la riqueza’; de la autoridad bien entendida, como servicio a los demás; de la superioridad del humano en este jardín de la tierra y la consiguiente inexistencia de necesidades reales (no como ésas que crea el dinero cada día); del descubrimiento del perdón y sus efectos físicos; del origen y fin de la enfermedad en la razón, en las razones que sabe el corazón (esto últimamente se falsifica mucho al hablar de Jesús, incluso en las novelas que lo rentabilizan y desfiguran); en fin, de muchas inconveniencias por ser principios liberadores, que son los que no se pueden entender para seguir en las mentiras y las violencias de la historia, que es la historia del patriarcado y sus familiares, los “familiares de la Inquisición” como se llamaría siglos después a los asesinos oficiales de la Santa Madre Iglesia y sus remedos protestantes (recuérdese la reciente muerte a manos de Calvino de Miguel Servet, quien consta en la historia de la ciencia como descubridor de la circulación menor tras sus investigaciones hechas en busca de la acción del Espíritu Santo sobre la sangre humana).
Pero para lo que aquí y ahora nos interesa, lo triste es ver que ese poder que reinaba en la religión de los judíos en tiempos de Jesús de Nazaret, ésos que no se podían dejar persuadir por Pedro ni Pablo ni menos por todos ésos que fueron haciéndose cristianos fuera, en el mundo grecorromano, ésos lograron que buena parte de aquel pueblo quedase aislado de la sensatísima borrachera de fe y alegría, de aquel desmadre de los cristianos, e impusieron a los suyos –ante todo– la prohibición del cristianismo en la operación de censura religiosa más grave y absurda de la historia. Grave por los costes que ha tenido hasta hoy; absurda porque el evangelio no es más que una depuración y síntesis de la misma ley de Moisés: “No he venido a abolir la ley sino a exigir su cumplimiento”.
Luego vino la destrucción del Templo, la diáspora, y esa convivencia difícil, a veces ejemplar (como en la escuela de traductores de Toledo o en muchas ciudades del Islam), entre los de las tres religiones que eran, en lo que tenían de vivo u operativo, la misma.
El poder de los cristianos maleados por su mismo ‘empoderamiento’ se hizo sentir demasiadas veces en las carnes y haciendas de los judíos desperdigados por el mundo, en convenientes persecuciones lanzadas desde los púlpitos para desviar la atención de la grey, de los que se habían dejado convertir en grey muchas veces ignorantes de hasta qué punto eso iba en contra de la supuesta moral cristiana, y algunos de esos judíos perseguidos o amenazados desarrollaron, ya en la Edad Media, el talento o la alquimia del dinero moderno, el que muy pronto fue conocido y practicado por los emperadores chinos; ese dinero moderno ante el cual a uno le ha tocado decir bien claro: “El dinero son números y los números son de todos.”
Ese empobrecedor dinero moderno, vuelto remedo del dios o dios falso por su aparente eficacia para mover las cosas, es el más visible coste que hemos pagado y seguimos pagando por haber consentido: a) la falsificación del cristianismo, sometiéndolo a las familias, al malestar en la civilización, y convirtiéndolo en el mismo poder que nace de ese malestar; b) habernos creído los cristianos mejores que los demás pese a no habernos atrevido a realizar ese ideal de la hermandad de los no familiares que ahí se fundó, cediendo sin resistencia a la ley del dinero y las divisiones que creaba y crea por necesitarlas; y c) last but not least, haber reiterado infinidad de veces esa venganza criminal contra los otros judíos, olvidados de que, en lo esencial, judíos somos todos.
En la segunda mitad del XVIII, en los preparativos de la Revolución francesa, las logias masónicas y algunas órdenes religiosas son medios predilectos de los amos de las finanzas para infiltrarse en la sociedad y ganar respeto y seguridad para su arte de birlibirloque (el llamado ‘crédito’), a la vez que van albergando y cocinando en esos medios las ideas de fraternidad universal y religión de la Razón por encima de todas las religiones que son la marca inconfundible del globalismo: como el amo del dinero absurdo (el que nace en el crédito por acto de escritura del privilegiado y se destruye con el reembolso del mismo crédito) no puede dejar de sentir la amenaza del dinero normal y corriente, que es el creado por la comunidad –el que no usa la soberanía del Estado para endeudarlo y cebarse y protegerse a sí mismo, sino que es principal prerrogativa de las que forman esa soberanía–, la aspiración al poder mundial es enteramente lógica, como única manera de asegurar que perviva esa engañifa de la que Occidente no está ya sólo saturado (que lo está), sino también harto.
Buena parte del siglo XIX inglés, del último Imperio (renovado en Estados Unidos desde la primera gran guerra, aunque sea, en espíritu y a hurtadillas, el mismo Imperio del Dinero Absurdo que venía reinando en Suecia, Holanda, Gran Bretaña y Francia desde Napoleón), dirige el gobierno británico un judío, Benjamin Disraeli, quien tuvo ocio para escribir dos novelas en las que no dejaba de señalar hacia ese poder en la sombra –sobre todo por oscuro, por ocultar una injusticia inconfesable– de unos pocos privilegiados. Aún en ese siglo, ya en la antesala de la primera guerra mundial, una conocida familia judía (la misma que financia y lanza el virus del Covid hace poco) compra y regala a la reina Victoria el castillo de Balmoral: los judíos se sentaban ya en la Cámara de los Lores, y era la consolidación de ese dinero suyo, de ese crédito sin poner un clavel, lo que les dio ese ascenso en la sociedad, ese poder.
La rebelión más temible contra ellos vino de la voluntad del nazismo de hacer su cruzada sin su dinero, aunque cuesta trabajo deslindar si el impulso de esa cruzada no vino de la misma conciencia del absurdo que era y es, para cualquier nación aspirante a ciertos grados de eficacia económica y justicia social, someterse a la ley del dinero falso o absurdo que se impuso con la victoria de los aliados en la primera mundial; el final de esa historia lo conocemos por gente bien informada (yo me fío de lo que dijo De Gaulle sobre estos asuntos): la gran barrabasada de los nazis hizo pagar a “los judíos” en general, a todos en el mismo saco donde no entrarían muchos de las altas finanzas (pero también desapareció algún pariente de ellos en aquellos campos), la rivalidad irreconciliable contra unos pocos de ellos.
Desde entonces el Holocausto funciona al revés de aquella crucifixión del año cero, como justificación material de todos los desmanes de los amos del dinero absurdo, de manera que los que fracasaron en su intento de meterse en el bolsillo sus financiaciones a la pujante Alemania a comienzos del siglo XX (como desde hace unos cuarenta años vienen fracasando en ese mismo intento con la China de después de Mao, tras haber fracasado con éste), después de haber animado aquellas dos primeras guerras mundiales (hay dos escelentes libros de Doherty y McGreggor), mantienen a las sociedades occidentales atadas a la estaca de su dinero falso y, cada vez que asoma la crítica sensata contra ese absurdo (como en Francia por obra de Etiènne Chouard), levantan la bandera del antisemitismo por su tropel de medios debidamente engrasados. Así es como se escuda el corazón desalmado de la banca occidental en el pueblo de Israel, el más vacunado del mundo contra ese virus que –como sabemos a ciencia cierta– ha sido fabricado por cuenta y riesgo (hasta las patentes han sido registradas a su nombre) de algunos de esos pocos judíos dueños, no sólo de los principales bancos, sino también de las las principales compañías fabricantes de vacunas de Occidente.
Y así se ve cómo vuelven a ser ellos, esos poquitos que ven amenazada su posición social tóxica, parasitaria y absurda a la vez, por estar basada en “el engaño de la riqueza” del que hablaba Jesús de Nazaret, los que persiguen y matan, ahora disimuladamente, a quienes aspiran a que se discuta con alguna claridad el sistema aparentemente indiscutible, es decir, el timo en que nos han metido a los demás, y animar a todos, incluidos los financieros y bancarios amenazados de redundancia o despido conforme avanza la digitalización de las operaciones, a exigir dinero limpio, es decir: el creado en nombre y por cuenta de la comunidad, preferiblemente desde los municipios, que es donde vivimos y se ven las necesidades de financiación. Habría muchas maneras de organizar una banca pública de verdad (como la propuesta por Richard A. Werner, que es algo como un crédito municipal privado al 50% nada más; algo de eso queda dicho en el canal Dinero Libre, que ha sobrevivido por un despiste a mi naufragio en la web), pero todas ellas son contrarias al reino del dinero absurdo que ahora ahoga a Occidente en las financiaciones de la escasez post-Covid y la guerra interesada en busca del poder mundial, ese sueño de los Illuminati, esas financiaciones que son la inversión más arriesgada de la historia.
Y es que ahora está pasando todo esto: se usa el poder fruto de esas malas artes (los satélites contra los cuales no tenemos defensa; las armas de radiación dirigida de las que nada saben en comisarías ni cuarteles de la Guardia Civil) para, sin mandato judicial alguno, enfermar y matar a quien estorba, mientras los de alrededor, unos por complejo de insignificancia (no sé si esto lo han visto los sicólogos, pero es el complejo que padece el que, razonablemente, se siente menos o anulado, confirmado en su no hacer nada para evitar la ruina o perdición colectiva, por la cercanía de otro que, en cambio, sabe bien que ha hecho y hace lo que podía), otros porque se vive más a gusto en la espiritualidad de la Nueva Era, tan desenfadadamente colaboradora con el reino de las multinacionales del dinero absurdo, y otros, por último, los políticos del poder democrático en falso, porque han sido elegidos y designados directamente por los mismos amos del dinero que paga las elecciones y las televisiones y, claro, prefieren hacerse los suecos (dos veces he escrito al CNI sobre este asunto, sin respuesta ni reacción alguna) y dejan nuestros cielos libres al tránsito y los trabajos sucios de las bandas criminales, jueces y verdugos de la respetabilísima Mafia del dinero que regula lo esencial del sistema monetario desde un banco privado en Basilea (el BIS o BPI), pese a que China (Laboratorio no. 14 de su CETC) hace ya meses que ha ofrecido a los países del Tercer Mundo un radar antisatélites para que no puedan pasarnos estas cosas.
“Millones miraron para otro lado”, decía Heinrich Böll hablando acerca de las persecuciones y quemas callejeras de libros de autores judíos que precedieron a la gran barrabasada de los super nazis vagamente inspirados por ese libro sobre Zaratustra que quería ser otro evangelio.
Y vean los muchos implicados que he ido conociendo más o menos, los de las redes del poder del dinero aspirante a mundial (globalistas), que, salvo en alguna ocasión de cierta desesperación, no me he entretenido en señalarlos porque no creo que eso sirva para nada. Saldrán tarde o temprano de sus errores. Podrían animarse a recordar a los jefes las tres exigencias razonabilísimas que puse hace ya más de un año para abandonar el asunto éste del dinero para tontos: una disposición supranacional que acabe con la guerra como medio de resolución de diferencias internacionales; otra de igual rango que garantice la libertad de tratamiento médico, y un monasterio donde poner en práctica el Biosomatismo para los muchos que lo precisan. Más barato no se lo puedo poner, y menos teniendo en cuenta que ya en diciembre pasado declaré a las claras mi rendición y, acto seguido intentaron ustedes matarme desde su satelito de mierda.
Por todo eso decimos:
BASTA YA
De disimular;
De irradiar microondas y otras porquerías del armamento moderno a quienes hacen lo que deberían hacer los informadores;
De consentir el uso de satélites al servicio de intereses estranjeros en nuestro espacio aéreo y con fines criminales;
De infartos e ictus provocados de esas discretas maneras de la más avanzada criminalidad;
De amigos y parientes que miran para otro lado y niegan la realidad de estas prácticas de la justicia privada al servicio del Sistema, que serán el pan nuestro de cada día para ellos mismos, sus hijos y nietos si siguen instalados en esa negación cómplice; búsquense todos ellos otro amigo y otro pariente, que sobra gente;
De presumir de haber abolido la pena de muerte mientras se consiente su administración y ejecución por el sistema de justicia privada, paralelo de la de los Estados y exento de sus normas, que está en manos de los titulares del privilegio de creación de dinero (también llamado ‘crédito’) y control de los bancos centrales;
De cobrar impuestos a la mayoría pechera mientras se mantiene y renueva, en manos 100% privadas, el sistema tolerado de evasión fiscal organizada por los bancos y multinacionales hidalgos, conforme al esquema de privilegios medieval, además del grifo de dinero sin fin basado en el citado privilegio del crédito de la manga y el control privado de los bancos centrales que les regalan los fondos propios, todo ello en detrimento de todos los pecheros, parados, pensionistas y excluidos del sistema;
De hablar en parlamentos y medios de ‘dinero público’ mientras el Estado no recupere la potestad monetaria vendida a la banca internacional;
De ONGs criminales, al servicio de la banca internacional, disfrazadas de ecologistas, humanitarias y espirituales;
De control e interferencia de nuestras telecomunicaciones por agentes al servicio de intereses privados estranjeros;
De parecer países, Estados y gobiernos sin ser más que fincas esclavistas explotadas en beneficio de los Cuarenta Ladrones;
De apoyar alianzas militares atadas a la correa de los Cuarenta Ladrones;
De financiar y mandar armas a Ucrania, donde nada pintamos, para que aparezcan en África;
De alimentar la discordia internacional en beneficio del difunto y vil negocio de la guerra;
De inundar el mundo de dinero falso;
De regalar fondos propios abusando del banco central para que unos pocos puedan seguir creando dinero falso sin fin, devaluando el ahorro de los más humildes y cebando la inflación;
De mantener ingentes reservas en oro en el banco central para que no se derrumbe por sí solo el valor de ese antiquísimo timo;
De someter los bancos centrales, en apariencia públicos, al dictado del BIS, banco privado suizo;
De consentir que las normas fundamentales en materia de dinero las hagan en ese banco controlado por banqueros de fuera de la UE;
De hablar del medio ambiente, el cambio del clima, los cambios de sexo, el hambre en el mundo, las migraciones y otras zarandajas para que nadie se pare a hablar en serio del dinero que organiza e inventa todo eso;
De periodismo vendido;
De votar eligiendo entre los distintos representantes de los Cuarenta Ladrones, llamándolo Democracia;
De consentir las dos castas de empresas : las hidalgas, que de facto no pagan impuestos, y las pecheras, que son todas las demás;
De inventar enfermedades, virus y otros patógenos;
De ocultar el carácter personal e inmaterial de lo que domina en los procesos de enfermedad y sanación;
De ocultar a los enfermos su responsabilidad en la enfermedad y su capacidad para vencerla;
De ocultar el papel dominante de las relaciones familiares y afectivas en la génesis de la enfermedad;
De iglesias y biblias que no distinguen el padrenuestro de Mateo del de Lucas, y olvidan cada domingo recordar aquello de: «Vosotros no llaméis a nadie padre vuestro en la tierra; un solo padre tenéis y está en el cielo.»
De aislamiento familiar de unos esplotados contra otros, cada uno en su casa y el dinero falso de los bancos en la de todos;
De venerar una ciencia materialista que pasa por alto, niega y oculta a la mayoría la constante intervención de un factor activo y desconocido en casi todos los procesos reales, sean personales o colectivos (eso que algunos siguen llamando ‘dios’, otros karma, otros Universo, otros Naturaleza, otros Vida, otros lenguaje vivo, pensante y decisorio…) ;
De ocultar y desconocer que casi todos los avances de esa misma ciencia han sido hechos por personas que se distinguieron por su fe o confianza en eso desconocido;
De atolondrar a los niños en colegios y universidades donde no les dicen nada o casi nada de esto, preparándolos así para nuevos grados de ignorancia y esclavismo.
SIGUE AQUÍ ESTA SECCIÓN TITULADA ‘BASTA YA’, QUE EN PRINCIPIO NO DEBERÍA FORMAR PARTE DE ESTA PÁGINA, PORQUE NO NOS DEJAN OTRA OPCIÓN: PARECE SER QUE LUZ RENACIDA ES UNA INICIATIVA MUY PELIGROSA PARA LA ESTABILIDAD DEL SISTEMA ORGANIZADO DE ESCLAVISMO FINANCIERO, Y SUS AMOS SIGUEN EMPLEANDO TODA CLASE DE TRABAJOS SUCIOS PARA ENFERMAR Y MATAR A QUIEN LA PROMUEVE. NO ME QUEDA OTRA DEFENSA QUE HABLAR Y QUE CIRCULE LO QUE SE PUEDA, LO QUE CADA UNO SEA CAPAZ DE HACER CIRCULAR:
En los enlaces que siguen se encuentran varios ejemplos de destacadas ONGs que han sido utilizadas para promover intereses extranjeros en distintos países:
Las dos ONGs que siguen están muy cerca de Luz Renacida. Por alguna razón, participantes habituales en sus actividades se nos han acercado mucho últimamente, y es posible que alguno sepa quiénes son las personas que se encargan de dirigir esas desinteresadas organizaciones. La primera es GEA, que en su página de Quiénes Somos se olvida decir justamente eso: quiénes son. La otra (AMMA) es una conocida difusora de la espiritualidad contemporánea que convive perfectamente con los amos del sistema económico, como lo dejan ver ellos mismos al exponer su vinculación al G-20. Y resulta que los amigos de GEA que hemos conocido son también buenos amigos de AMMA.
Eduardo: Me interesa que se sepa por allí que estoy en Venezuela, adonde he llegado sin dejar de ser atacado en otros tres países por las microondas asesinas que usan los operarios encargados de matar por cuenta de los amos del sistema, a quienes me refería en la Correspondencia publicada en www.luzrenacida.org. Siguen irradiándome casi constantemente, y aquí en Venezuela me he encontrado con que la gente entiende mejor estas cosas que en España. Están más al corriente porque llevan ya decenios soportando un ataque constante contra la forma de gobierno que han elegido, la que les parece mal a los Cuarenta Ladrones que dan sus órdenes a casi todos los gobiernos de Occidente, incluido el de la pobrecita colonia española. Las células del Mossad y la CIA las tenéis a vuestro alrededor disfrazadas de jóvenes emprendedores o gestores de ONGs, simpatiquísimos. Los economistas de la izquierda radical (ATTAC, CADTM) son otros tantos asalariados de los Rothschild, y el partido Podemos, una de sus marcas más populares, como la Coca y la Pepsi que siempre fueron PP PSOE, pero menos conocidos. Su vínculo como asesores de Venezuela sirve para que los españoles se traguen que son comunistas. No dejéis de avisarme si os apetece venir por Venezuela. Aquí hay mucha necesidad, fruto sobre todo de la presión económica exterior (bloqueo y sanciones, además de los robos más descarados), pero se escucha mucha música y hay mucha alegría. Salud
[09/05, 20:06] Eduardo
Seguro que sirve para que muchos vayan pensando estas cosas, si circula. Cae en criticar el crecimiento económico, que es una ficción contable: las cosas cambian de forma, por la actividad económica, pero eso no hace que haya ese crecimiento real: es numérico. El crecimiento está siendo muy atacado porque la agenda globalists tiene como tema central el cambio climático antropogénico (que lleva consigo muchas nuevas oportunidades se negocio), un dogma con muchas contradicciones que se mantiene a base de imponer por todos los medios un llamado consenso científico.
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En luzrenacida.org y dinerolimpio2023 (Instagram) se pueden ver antecedentes de esta labor.